Sopa de palillo de morcillade Hans Christian Andersen Sopa de palillo de morcilla-¡Vaya comida la de ayer -comentaba una vieja dama de la familia ratonil dirigiéndose a otra que no había participado ...
Don Segundo Sombra: Xde Ricardo Güiraldes Le saqué el freno que recién se estaba acostumbrando a cascar; le aflojé el maneador lo más posible para que bebiera tranquilo.El bayo se arrimó al agua, que ...
Esta es la versión para imprimir de Los Pazos de Ulloa.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados ...
Capítulo XV& 160;16Pág. 16 de 29El cisne de VilamortaEmilia Pardo BazánY se compuso para el baile del poblachón con secreta ilusioncilla, esmerándose lo mismo que si se tratase de un sarao en el ...
Los cuatro jinetes del Apocalipsisde Vicente Blasco Ibáñez Segunda ParteIII - La retiradaLa guerra hab& 237;a extendido uno de sus tent& 225;culos hasta la avenida de V& 237;ctor Hugo. Era una guerra ...
Anacondade Horacio Quiroga Capítulo IIAl día siguiente, la primera preocupación de Lanceolada fue el peligro que con la llegada del Hombre se cernía sobre la Familia entera. Hombre y Devastación son ...
PICASSO Y SU ENTORNOPOLITICA Y SOCIEDADCIENCIA Y PENSAMIENTOARTES Y LETRAS1881Pablo Ruiz Picasso nace en Málaga el 25 de octubre.Gobierno de Sagasta en España.Francia conquista Túnez.Insurrección ...
La Virgen de los Ventisquerosde Hans Christian Andersen El pequeño RudiLos voy a llevar a Suiza. Vean estas magníficas montañas, con los sombríos bosques que se encaraman por las abruptas laderas; ...
Esta es la versión para imprimir de Cañas y Barro.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y l ...
Las mil y una noches - Tomo IV Y cuando llegó la 515ª nochede Anónimo Y CUANDO LLEGO LA 515ª NOCHEElla dijo:"¡... Loores a Alah, que ha creado el trasero para que en un mundo fuera una gloria y e ...
El paraíso de las mujeres: Capítulo VIIIde Vicente Blasco Ibáñez En el que el Padre de los Maestros visita al Hombre-MontañaCuando el profesor Flimnap regresó de su viaje a la antigua capital de ...
Capítulo VIIIPág. 38 de 47Viaje del ParnasoMiguel de Cervantes& 160;& 160;& 160;& 160;De rosas, de jazmines y amarantos,Flora le presentó cinco cestones,y la Aurora, de perlas, otros tantos.& 160;& ...
Don Segundo Sombra: XIIIde Ricardo Güiraldes Después de dos días de marcha, sin peripecias, llegamos al pueblo de Navarro, un domingo por la mañana.Tomando una calle poblada, pasamos por la plaza ...
La conjuración de las palabrasdeBenito Pérez Galdós1868& 201;rase un gran edificio llamado Diccionario de la Lengua Castellana, de tama& 241;o tan colosal y fuera de medida, que, al decir de los ...
En la sangre - Capítulo VIIIde Eugenio Cambaceres Apresurándose a seguir los consejos de su abogado, temprano en la mañana siguiente, hizo la viuda levantar a su hijo de la cama, diole a vestir el ...
La gran serpiente de marde Hans Christian Andersen Érase un pececillo marino de buena familia, cuyo nombre no recuerdo; pero esto te lo dirán los sabios. El pez tenía mil ochocientos hermanos, todos ...
Segunda Parte (Libro IV) Capítulo I: El padre Therapontede Fiódor Dostoyevski Aliocha se despertó antes del alba. El starets ya no dormía y se sentía muy débil. Sin embargo, quiso levantarse y ...
Los duendes de la camarilla Capítulo XXIXde Benito Pérez Galdós -Duendecillo, ¿querrás hacerme creer que no supiste lo que llevabas? -No lo supe. Verás: al caer de aquella tarde, cuando no hacía una ...
Pipá Capítulo IVde Leopoldo Alas Los últimos trapos blancos habían caído sobre calles y tejados; el cielo quedaba sin nieve y empezaban a asomar entre las nubes tenues, como gasas, algunas estrellas ...
Esta es la versión para imprimir de Amadeo I.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y los ...
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